Una violenta subversión del contenido plural de un concepto lo vuelve arbitrario, inhóspito.
Envolviendo retazos de lágrimas en invisibles,
rasposas sedas,
que demarcan el presente y la prosperidad
invitándote a consulta el futuro imposible, obnubilado.
El barco triste.
El perro embarrado en el ojo de la lechuza incensurable.
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